Una máquina k40 o
similar (clone) tiene una característica básica: es un láser de
corte y grabado para iniciación. Aunque se puedan hacer trabajos
profesionales, no es una máquina preparada para ello. Además de una
construcción básica, necesita de unos extras que las máquinas
superiores ya incluyen. Aquí voy a dar una relación extensa de los
mismos. Atención: algunos accesorios y mejoras no son “necesarios”
pero si lo usan la mayoría de personas que trabajan con este láser
CO2.
- La máquina láser en sí (obvio). Casi todas parten del modelo k40 y han ido recibiendo algunas mejoras “de fábrica”. Aun así, en el mercado todavía se encuentran a la venta desde los modelos más antiguos a las versiones más modernas. [Lo explico mejor aquí: https://laseraficionado.blogspot.com/2020/04/antes-de-comprar-la-maquina-laser-co2.html]. La máquina básica suele incluir una bomba de agua (tipo acuario), un extractor de aire y un tubo de aire flexible.
- Un soplador o compresor de aire junto con una boquilla concentradora. Es el complemento al extractor. Aunque meter un pequeño compresor en la máquina (o junto a ella) provoque mucho ruido, esta ayuda, concentrada hacia donde el láser co2 corta el material, evita la aparición de llama y que éste se manche o tueste mucho. El modelo de compresor tiende a ser el habitual; sobre la boquilla hay mucha variedad: quien no la usa y hace un apaño, quien la construye con una impresora 3d, quien adapta otro modelo del mercado, etc. Si es también habitual usar una cadena portacables (o portatubos) para guiar el tubo del aire y que no se doble demasiado o estorbe en el interior de la caja.
- Un método de enfriamiento del agua más efectivo que el incluido. BÁSICO. Aunque hay gente que no lo hace porque no le es necesario (por su clima), casi todos los usuarios tienen un sistema de refrigeración de la máquina mejor que el básico. Si el láser trabaja de manera habitual por encima de los 30 grados, puede verse afectado. Si supera los 35, además de acortar su vida útil, puede provocar un accidente.
- La opción más escogida es un refrigerador pasivo de agua (en inglés, water chiller) del modelo CW-3000. Es pasivo porque no enfría por sí, sino que hace circular el agua por un serpentín metálico que recibe el aire de un ventilador. Si el aire de la habitación es caliente, el agua no se enfría. Aun así, tiene detalles muy buenos como una alarma por temperatura o por corte de fluido, que avisará si hay algo que entorpece o corta el circuito del agua.
- Una opción que usan los profesionales (para máquinas más potentes) es el CW-5000 (y superiores) que ya si actúa como enfriador al disponer de un compresor tipo nevera.
- La opción más económica es poner botellas de agua congelada en el depósito de la bomba.
- Algunos han optado por añadir una (o más) células Peltier en el circuito. Estos dispositivos sí enfrían unos pocos grados el agua y pueden ser muy útiles si la temperatura no es excesiva.
- Otros extras que nunca vendrán mal es poner caudalímetros, termómetros o termostatos para controlar la temperatura y flujo del agua. Toda ayuda para evitar que el tubo sufra es dinero bien invertido.
- También se suele instalar un puntero láser de diodo para ayudar a saber dónde disparará el láser. Es un diodo sencillo de poca potencia que apunta al lugar donde el láser quemará, y ayuda a ajustar el material.
- - Y si tu máquina no lo incluye, es normal instalar un amperímetro que muestre a la potencia que trabaja el tubo láser. Puedes poner una fuente de voltaje más potente o menos, pero lo que realmente tienes que tener en cuenta en la intensidad con la que trabaja el tubo (menor de 30mA).
- - Un conector “final de carrera”. Las máquinas grandes pueden incluir un final de carrera en la cubierta, que actúa de interruptor cortando la señal láser cuando la cubierta está abierta. Esta medida de seguridad evita accidentes de exposición al láser.
Comentarios
Publicar un comentario